“Una muchacha, cansada de tener que transportar desde el lejano río cántaros y más
cántaros pactó con Satán.
Le vendió el alma a cambio de que levantase la colosal obra del acueducto de Los Bañales en una sola noche antes de que el gallo cantara.
Y así lo hizo el maligno, pero justo cuando le faltaba colocar la última piedra la doncella acercó un candil a las aves de su corral provocando un sonoro quiquiriquí.
El demonio se vio sorprendido por la estratagema y tuvo que reconocer que aunque por una sola piedra no había podido cumplir su parte del pacto … y renunció al alma de la doncella”.
La leyenda en el pueblo de Layana hace referencia al Pozo del Diablo cercano a la localidad aunque otros sitúan el pozo cerca de la ermita de los Bañales.
Por otra parte, en Malpica de Arba se cuenta que el pacto del diablo con la muchacha fue para
llevar el agua desde la Fuente del Diablo hasta los Bañales lugar donde ella vivía.
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